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Investigadores de la Universidad Técnica de Munich diseñaron una película biomolecular que protege las heridas, libera fármacos y se disuelve por sí misma. Este biomaterial se puede utilizar para cubrir suturas en operaciones quirúrgicas.

Hace ya tiempo que el biodiseño, es decir, la utilización de organismos vivos para la configuración de materiales, irrumpió en sectores como el textil, el mobiliario y hasta la arquitectura. Hoy en día no resulta difícil encontrar zapatos de un cuero elaborado con fibras de piña o jerseys realizados con lana preparada con leche. Ahora este tipo de diseño se ha orientado a la confección de biomateriales para actuar con sistemas biológicos en el ámbito de la atención médica.

Un grupo de investigadores de la Universidad Técnica de Munich ha desarrollado una película biomolecular que se adhiere al tejido sensible y libera fármacos activos para que una herida sane. Esta película no solo protege las lesiones de manera similar a un vendaje convencional, sino que también repele las bacterias, amortigua la inflamación, libera ingredientes farmacológicos activos de manera específica y, en última instancia, se disuelve por sí misma.

Este nuevo vendaje, tal y como informa la Universidad Técnica de Munich, está especialmente indicado para tratar lesiones de tejidos blandos como la lengua o para actuar sobre superficies sensibles como el intestino.

Una película de biopolímeros para curar heridas

A la hora de diseñar esta nueva película los investigadores se hicieron varias preguntas: ¿Qué tipo de material se puede adherir a una lesión sin dañar el tejido ni la zona circundante? ¿Cómo proteger las heridas de influencias externas y bacterias? ¿Qué sustancia o material conseguirá que las células cierren la herida para que desaparezca sin dejar rastro?

Para dar respuesta a estos retos el equipo de la Universidad Técnica de Munich desarrolló una película de biopolímeros multifuncional que ha ofrecido resultados preliminares prometedores.

Esta nueva película se puede manipular y coger con pinzas cuando está seca para colocarse de forma sencilla sobre la herida. Al entrar en contacto con el tejido húmedo es cuando la parte inferior de la película se vuelve blanda y pegajosa y se adhiere al tejido por sí misma, sin necesitar ningún tipo de fijación adicional.

Durante la fase de pruebas el equipo de investigadores alemanes ha conseguido que estos vendajes biomoleculares incluso se adhieran a superficies lisas como cartílagos, y a tejidos que se encuentran siempre húmedos como la lengua, sin dañar el área circundante ni el propio tejido. Además, el nuevo material ha conseguido acelerar el proceso de curación de la herida y disolverse por completo por sí mismo después de varios días y sin dejar residuos. Los investigadores pudieron comprobar esta propiedad a través de imágenes de microscopía de alta resolución de las muestras del tejido tratadas.

Composición de la película

La película biomolecular está compuesta por dos capas, cada una de ellas con una función específica: la parte superior está integrada por un polímero biodegradable que hace que la película delgada sea estable. Esta parte también contiene un tipo de moléculas llamadas mucinas que se producen naturalmente en las membranas mucosas del cuerpo humano. Los investigadores las han utilizado de forma artificial por primera vez en películas biomoleculares para contribuir a la cicatrización de heridas durante el proceso de curación porque ofrecen propiedades protectoras de las lesiones. En concreto, estas moléculas son antibacterianas, amortiguan la inflamación y evitan que las células no deseadas colonicen la herida.

La parte inferior de la película contiene ácido hialurónico, un material reparador que, combinado con otras moléculas, convierte la película en una superficie pegajosa al contacto con la humedad y se adhiere a un tejido de forma espontánea. La capa inferior puede integrar productos farmacológicos activos como antibióticos para que se liberen directamente sobre la herida.

Esta nueva combinación de materiales se ha probado con éxito en varias muestras de tejido animal, donde se han demostrado sus capacidades curativas y cicatrizantes, un paso determinante para implementarlo en la atención clínica.

A partir de ahora los investigadores iniciarán los ensayos clínicos para verificar las posibilidades de aplicarse en seres humanos. El objetivo es conseguir un material optimizado y específico para diferentes tipos de tejidos humanos, que también se pueda utilizar en cirugía para mantener protegida una zona afectada por una incisión hasta que complete su cicatrización.

Vendajes biodegradables frente a las tiritas convencionales

Además de estas vendas inteligentes, un grupo de estudiantes de la Universidad de California Davis ha diseñado el BioBandage, un tipo de vendaje biodegradable que pretende sustituir a las clásicas tiritas adhesivas con productos 100% sostenibles.

Los investigadores diseñaron un aerogel de celulosa bacteriana con una alta capacidad de absorción y añadieron un componente adicional de un pegamento de base biológica, que evita que el vendaje se pegue a la herida y se adhiera de manera más efectiva a la piel.

FUENTE:

www.rocheplus.es