Según la Real Academia de la Lengua Española, la definición de “Hemostasia” es la “detención de una hemorragia de modo espontáneo o por medios físicos, como la compresión manual o el garrote, o químicos, como los fármacos”.
Una vez conocemos esta definición, ya podemos conocer mejor de que es un agente hemostático, el cual según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los EEUU, define como agente hemostático, “aquel agente o dispositivo que se emplea con la finalidad de producir hemostasia acelerando el proceso de coagulación de la sangre”.
Hay factores a tener en cuenta en los agentes hemostáticos:
- de aplicación sencilla, seguro y sin efectos secundarios tras su uso,
- debe mantener su propiedad en condiciones extremas
- debe ser efectivo frente a hemorragias moderadas y graves.
Las gasas hemostáticas son de origen natural, y al tener contacto con sangre o líquidos tisulares, se transforman en un gel translúcido que comprime vasos sanguíneos, permitiendo el control del sangrado y la herida. Provee un ambiente húmedo en la herida, promoviendo la señalización celular para la regeneración tisular.