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“Destacar la necesidad de que las personas con discapacidad o una capacidad diferente, tengan acceso a tecnologías eficaces para su diagnóstico y tratamiento". Ese fue el motivo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) tuvo para instaurar en su calendario el Día Mundial de la Rehabilitación el 23 de marzo.

¿Qué es la rehabilitación?

La rehabilitación se define como «un conjunto de intervenciones encaminadas a optimizar el funcionamiento y reducir la discapacidad en personas con afecciones de salud en la interacción con su entorno».

En pocas palabras, la rehabilitación ayuda a los niños, los adultos o las personas mayores a ser lo más independientes posible en su día a día y les permite participar en actividades educativas, laborales o recreativas o llevar a cabo las tareas que dan sentido a su vida, como atender a la familia. Para ello, se tratan las afecciones subyacentes (como el dolor) y se mejora la forma en que una persona funciona en su día a día, apoyándola para que supere las dificultades que pueda tener para entender, ver, oír, comunicarse, alimentarse o desplazarse.

Cualquier persona puede necesitar rehabilitación en algún momento de su vida, como consecuencia de una lesión, intervención quirúrgica o enfermedad, o porque su capacidad para funcionar se ha reducido con la edad.

La rehabilitación puede consistir, por ejemplo, en:

  • Ejercicios para mejorar el habla, lenguaje y comunicación de una persona tras una lesión cerebral.
  • La modificación del entorno domiciliario de una persona mayor para mejorar su seguridad e independencia en el hogar y reducir el riesgo de caídas.
  • Ofrecer ejercicios y educar a las personas con cardiopatías para que lleven una vida saludable.
  • Fabricar y ajustar una prótesis y enseñar al interesado a utilizarla tras la amputación de una pierna.
  • Técnicas de posicionamiento y colocación de férulas para asistir en la cicatrización de la piel, reducir la hinchazón y recuperar el movimiento tras una intervención quirúrgica por quemadura.
  • Prescribir medicamentos para reducir la rigidez muscular en los niños con parálisis cerebral.
  • El apoyo psicológico a las personas con depresión.
  • Enseñar a las personas con pérdida de visión a utilizar un bastón blanco.

La rehabilitación se centra mucho en la persona, lo que significa que las intervenciones y enfoques seleccionados en cada caso dependerán de los objetivos y preferencias de la persona interesada. Puede ofrecerse rehabilitación en muchos entornos diferentes, desde entornos hospitalarios o ambulatorios, a clínicas privadas o entornos comunitarios, como el domicilio.

En la rehabilitación participan diversos tipos de profesionales de la salud, entre ellos: psicoterapeutas, ergoterapeutas, logopedas, ortesistas y protesistas, psicólogos clínicos, fisiatras y personal de enfermería especializado en rehabilitación.

FUENTE:

www.who.int